La navidad comienza en su furor
con el tradicional día de las velitas, que en Colombia, por su gran devoción
Mariana, es una gran fiesta como homenaje a la Virgen María. Este día encierra
grandes significados, que a veces se pierden por dejarlas sólo como momento de
fiesta.
La tradición navideña, y la
historia de la venida de Jesús a la tierra, narran el momento de la anunciación
del Arcángel Gabriel a la Virgen María como un momento sagrado y lleno de luz.
María fue elegida, desde antes de su nacimiento para ser la madre de Dios, por
eso ella es el único ser humano que ha nacido sin pecado original. Ella fue
preservada de la mancha del pecado y todo su ser es inmaculado y lleno de
gracia.
La Inmaculada Concepción, es otra
de las advocaciones que recibe la Virgen María. Era necesario que para la
llegada de Dios, existiera un fondo blanco, limpio de todo mal, que permitiera
resplandecer el color infinito de Su Amor. María es ese fondo que hace brillar
la luz de Dios y nos la da a todos los hombres para recibir Su amor particular
por cada uno de nosotros.
Este 7 de diciembre es el día tradicional
de las velitas, en el cual miles de personas en toda Colombia hacen homenaje a
la Inmaculada Concepción de María. La luz de las velitas, son para adorarla y
también para dar muestra de la luz que con su Sí nos trajo al mundo.
Esta festividad debe invitarnos
también a la oración para contemplar y a la alegría, característica de esta
temporada, para agradecer el inmenso don que es para la Humanidad. Porque Ella
no es solo Madre de Dios, es también nuestra Madre y nuestra amiga. Confiemos
en Ella y depositemos con cada velita nuestra confianza en su amor maternal,
para que se convierta en un ramillete de flores que le entreguemos.
Fuente: Colegios
No hay comentarios:
Publicar un comentario