viernes, 12 de julio de 2013

LA VELAS









Hay diversos motivos y momentos que nos alientan a encender una vela en algún momento de nuestras vidas, estos son algunos ejemplos :

Cuando nos sentimos solos.
Cuando la vida nos maltrata y deseamos que cese nuestra pena.
Cuando después de mucho andar, nos sentimos desorientados.
Cuando sentimos la necesidad de ayuda.

Cuando buscamos a través de la luz de Dios por su misericordia.
Cuando el camino es duro y deseamos que sea más beneficioso.
Cuando queremos la felicidad de nuestros seres queridos.
Cuando necesitamos ayuda económica.

Cuando deseamos obtener amor de la persona que amamos.
Cuando buscamos amparo.
Cuando un hijo cae en el vicio y queremos redimirlo.
Cuando queremos encontrar la paz a nuestro lado.

Cuando todos nos vuelven la espalda y nos sentimos solos.
Cuando la fe nos flaquea, en la lucha o en el dolor.
Cuando la duda ser abre ante nosotros.
Cuando rogamos por la curación de un ser querido.

Cuando deseamos obtener algo y nos sentimos débiles.
Cuando el hogar está por desbaratarse.
Cuando quedamos sin trabajo.

Encender una vela es un sostén firme a nuestra Fe, en la cual el alma se fortalece y redime.
La vela sin prender representa al elementos Tierra.
Cuando se prende representa al elemento fuego.
Cuando se derrite representa al elemento agua.
Y el humo representa al elemento aire.

Las velas se deben encender siempre con fósforos, (para el caso de pedidos).
Cuando es un pedido de varios días nunca se sopla para apagar.
Si se apaga luego de estar un tiempo prendida, no se vuelve a encender hasta el próximo día del servicio de pedidos y se ora.

“Aunque tu llama se apague en el plano físico, aún sigue prendida en el espíritu.
Siempre hay que usarla para el beneficio propio o ajeno y nunca para hacer el mal a nadie o quitarle algo a alguien, no nos olvidemos de la ley de causa y efecto: “Todo lo que hacemos nos vuelve multiplicado, tanto sea para bien o para mal.”




Fuente: Internet.

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