No es posible el estudio de la
Filosofía Oculta sin instrucción sobre simbolismo, puesto que si las palabras
ocultismo y simbolismo son correctamente usadas, significan casi una y la misma
cosa. Simbolismo no puede ser aprendido como el aprendizaje para construir
puentes o hablar un idioma extranjero, y para la interpretación de los símbolos
se hace necesario un tipo especial de mente; sumadas al conocimiento son
requeridas facultades especiales: el poder del pensamiento creativo y una
imaginación desarrollada. Uno puede entender el uso del simbolismo en las
artes, en el conocimiento, en una forma general, cual es el significado oculto
por el simbolismo. Pero igualmente es necesario un entrenamiento de la mente,
en orden a comprender el “lenguaje de los Iniciados”, y a expresar en este
lenguaje las intuiciones que surgen.
Hay muchos métodos para el
desarrollo Del “sentido de los símbolos” en aquellos quienes se esfuerzan para
entender las fuerzas ocultas de la Naturaleza y Del Hombre, y para enseñar los
principios fundamentales así también Como los elementos Del lenguaje esotérico.
El más sintético, y uno de los más interesantes de estos métodos, es el Tarot.
En su forma externa el Tarot es
un paquete de cartas usadas en el sur de Europa para juegos de adivinación.
Estas cartas fueron conocidas primero en Europa al final del siglo catorce,
cuando eran usadas por las gitanas españolas.
Un mazo de Tarot contiene las
cincuenta y dos cartas de juego ordinarias con la adición de una “carta figura”
para cada pinta, llamado el Caballero, colocada entre la Reina y el Paje. Estas
cincuenta y seis cartas se dividen en cuatro pintas, dos negras y dos rojas y
tiene la siguiente designación: cetros (bastos o tréboles), copas (corazones),
espadas (picas) y pantáculos o discos (diamantes u oros). Agregándose a los
cincuenta y seis cartas el mazo del Tarot tiene además veintidós cartas
numeradas con nombres especiales:
Carta I.– “El Mago”“Hombre”
Superhombre. El Iniciado. El Ocultista altamente consciente. Logos Humano. El
“Adam Kadmon” kabalístico. La Humanidad. “Homo Sapiens”
Carta II.– “La
Sacerdotisa”Ocultismo. Esoterismo. Misticismo. Teosofía. Iniciación. Isis.
Misterio
Carta III.– “La Emperatriz”La
Naturaleza en su aspecto fenoménico. La fuerza de la Naturaleza siempre renovando
y recreando. La realidad objetiva.
Carta IV.– “El
Emperador”Tetragrammaton. La ley de cuatro. Energía latente de la Naturaleza.
Logos en el total aspecto con todas las posibilidades del nuevo Logos.
Filosofía hermética.
Carta V.- “El Sumo Sacerdote”.Misticismo,
Teosofía. Lado esotérico de todas las religiones.
Carta VI.– “Los Amantes”“Hombre”
Otro aspecto del “Adam Kadmon”, el “Hombre Perfecto”, el “Divino Andrógino”. El
amor como los esfuerzos de “Adam Kadmon” para encontrarse a sí mismo. El
equilibrio de los contrarios. La unificación de la dualidad, como medio para
conseguir la Luz.
Carta VII.– “El Carro”“Hombre”.
La imaginación. Magia. Auto sugestión. Auto decepción. Medios artificiales de
adquisición. Pseudo ocultismo. Pseudo teosofía.
Carta IX.– “El Ermitaño”“Hombre”.
El camino de la Iniciación. Búsqueda de la Verdad en la vía derecha.
Conocimiento interno. Luz interna. Fuerza interna. Teosofía. Ocultismo.
Carta XI.– “La Justicia”Verdad.
Conocimiento real. Verdad interna. Ocultismo. Esoterismo. Teosofía.
Carta XII.- “El Colgado”“Hombre”
El dolor de la elevada consciencia atada a las limitaciones del cuerpo y de la
mente. El superhombre en el hombre separado.
Carta XIII.- “La Muerte”Otro
aspecto de la Vida. Ir fuera en orden a volver al mismo tiempo. Completar el
círculo.
Carta XIV.- “La Templanza”El
primer logro. El “Arcanum Magnum” de los ocultistas. La Cuarta Dimensión. El
espacio elevado. “El eterno ahora”.
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